En la medida de lo posible, utilizamos ingredientes frescos producidos a una corta distancia de la finca, para minimizar la huella de carbono de nuestra carta, al reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el transporte de nuestros suministros. Intentamos ampliar constantemente la lista de proveedores locales. Esto permite que, al entrar en el restaurante, los comensales disfruten de un agradable viaje gastronómico por esta singular zona de España, sin moverse de la mesa, acompañado de una incomparable vista del Valle del Tastavins.
Nuestra despensa verde se encuentra a sólo unos pasos de nuestra cocina. Contamos con dos huertos ecológicos: uno de verano y otro de invierno, que nos permite trabajar con verduras y hortalizas frescas de gran valor nutricional, prácticamente todo el año.
Estamos recuperando la antigua producción agrícola de la finca. Retomamos hace cuatro años el cultivo de los viñedos, plantados hace cincuenta años e introdujimos nuevas variedades autóctonas. Así mismo, elaboramos varios Vinos de Finca en nuestra propia bodega de vinificación ecológica, que pueden ser degustados en el restaurante.